Una novela seriada: del autor a los lectores
En este momento estoy a punto de comenzar a escribir un libro, aunque no sé muy bien cuales son las mágicas fuerzas que me llevan a tomar semejante decisión. A decir verdad no tengo la más pálida idea siquiera acerca de como va a llamarse el protagonista de la historia. Pienso ir inventándolo todo sobre la marcha y a puro cachetazo de improvisación, sacando tal vez de quicio a quienes escriben siguiendo las reglas de los narradores instruidos o semejantes. Si la cosa no funciona, el único responsable de mi fracaso será su compañero: mi entusiasmo, que me ha obligado a entrometerme en el sagrado mundo de los escritores valiéndome tan solo del espíritu que posee todo el que desea contar alguna historia. La aventura que aquí presento es algo de lo que me habría gustado leer, y porqué no vivir, cuando aún tenía diez años. Y eso lo afirmo sin ánimos de ofender a nadie, y con la absoluta certeza de que no exagero.
Sin una brújula literaria ni nada que se le parezca, dedicare esta historia que pueda escribirse a mis padres, a todos los niños y no tan niños que lean estas líneas, y a mis amigos de la escuela y de la niñez en el barrio, ya que ellos fueron fuente importante de inspiración. Bueno, aquí voy...
“Que la realidad nunca te impida contar tu historia”
Sin una brújula literaria ni nada que se le parezca, dedicare esta historia que pueda escribirse a mis padres, a todos los niños y no tan niños que lean estas líneas, y a mis amigos de la escuela y de la niñez en el barrio, ya que ellos fueron fuente importante de inspiración. Bueno, aquí voy...
“Que la realidad nunca te impida contar tu historia”
2 Comments:
Mantis! Que sorpresa! Otro blog más. Bueno, escriba, que ya tiene lectores asegurados.
Escribo, escribo entonces.
Publicar un comentario
<< Home